Se encuentra en Amberes (Bélgica). Es, posiblemente, la solución habitacional más lograda del mundo.
Se trata de una construcción de 4 plantas, mide 2.4 metros de anchura y fue fabricada con paneles de madera sobre una estructura de acero. Ocupa el hueco dejado por una mansión destruida por un incendio.
Se dotó al inmueble con unos generosos ventanales, intentado evitar así la posible y comprensible claustrofobia. La dimensión de estos ventanales hacen que la pared que da a la calle sea de cristal.